Implante mamario: más seguridad, menos riesgos

Los implantes mamarios son una de las intervenciones de cirugía estética más demandadas por las mujeres que desean mejorar el aspecto y el volumen de sus senos. Sin embargo, muchas de ellas tienen dudas o temores sobre los posibles riesgos o complicaciones que pueden surgir tras la operación. En este artículo, te explicamos por qué los implantes mamarios actuales son más seguros que nunca y qué medidas puedes tomar para minimizar los riesgos y disfrutar de unos senos bonitos y naturales.

¿Qué son los implantes mamarios?

Los implantes mamarios son unas prótesis que se colocan debajo del tejido mamario o del músculo pectoral para aumentar el tamaño y la forma de los senos. Están compuestos por una cubierta externa de silicona y un relleno interno que puede ser de silicona o de solución salina. Los implantes de silicona son los más utilizados por su mayor similitud con el tejido mamario natural y su menor riesgo de rotura o pérdida de volumen.

¿Qué riesgos tiene el implante mamario?

Como toda cirugía, el implante mamario implica algunos riesgos inherentes a la anestesia, la infección, el sangrado o la cicatrización. Sin embargo, estos riesgos son muy bajos si se realiza la operación en un centro especializado y con un cirujano cualificado y experimentado. Además, los implantes mamarios actuales cuentan con unos estándares de calidad y seguridad muy elevados que reducen al mínimo las posibilidades de complicaciones a largo plazo.

Entre las complicaciones más frecuentes que pueden surgir tras el implante mamario se encuentran:

  • La contractura capsular: es la formación de una cápsula fibrosa alrededor del implante que lo comprime y lo endurece, provocando dolor y deformidad en el seno. Se puede prevenir con un masaje diario del seno y con el uso de medicamentos antiinflamatorios. En caso de que se produzca, se puede tratar con cirugía para retirar la cápsula o cambiar el implante.
  • La rotura o fuga del implante: es la ruptura de la cubierta externa del implante o la salida del relleno interno. Puede ser causada por un traumatismo, una infección, un defecto del implante o el paso del tiempo. Se puede detectar con una ecografía o una resonancia magnética. En caso de que ocurra, se debe retirar el implante y sustituirlo por uno nuevo.
  • El desplazamiento o la rotación del implante: es el movimiento del implante dentro de la cavidad creada para alojarlo, lo que puede alterar la forma o la posición del seno. Puede ser causado por una mala colocación del implante, una contractura capsular, un traumatismo o una pérdida de peso. Se puede corregir con cirugía para reposicionar el implante o cambiarlo por uno más adecuado.
  • La asimetría o la insatisfacción estética: es la diferencia de tamaño, forma o posición entre los dos senos o entre el resultado obtenido y el deseado. Puede ser causada por una mala elección del tipo, tamaño o forma del implante, por una mala técnica quirúrgica o por factores individuales como la anatomía o la cicatrización. Se puede mejorar con cirugía para modificar el implante o realizar ajustes en el tejido mamario.

¿Cómo elegir el mejor implante mamario?

Para evitar los riesgos y conseguir un resultado satisfactorio, es fundamental elegir bien el tipo, tamaño y forma del implante mamario. Para ello, se debe tener en cuenta:

  • El objetivo estético: se debe definir claramente qué se quiere conseguir con el aumento de senos, tanto en términos de volumen como de proyección y naturalidad.
  • La anatomía personal: se debe valorar el tamaño y la forma actuales de los senos, así como el grosor y la elasticidad de la piel, el ancho del tórax y la distancia entre los pezones.
  • El tipo de implante: se debe optar por un implante de calidad certificada, preferiblemente de silicona cohesiva, que ofrece mayor seguridad y naturalidad que los de solución salina.
  • El tamaño del implante: se debe elegir un implante que se adapte a las proporciones del cuerpo y que no sea ni demasiado grande ni demasiado pequeño. Un implante demasiado grande puede causar problemas de salud como dolor de espalda, dificultad para respirar o alteraciones posturales. Un implante demasiado pequeño puede no cumplir con las expectativas estéticas o generar complejos.
  • La forma del implante: se debe elegir entre un implante redondo o anatómico, según el efecto que se quiera lograr. Los implantes redondos dan más volumen y proyección al polo superior del seno, mientras que los anatómicos dan una forma más natural y armónica al seno.
  • La posición del implante: se debe decidir si colocar el implante debajo del tejido mamario o debajo del músculo pectoral, según el grosor de la piel, la cantidad de tejido mamario y el tipo de actividad física que se realice. Los implantes submusculares ofrecen mayor cobertura y protección al implante, mientras que los subglandulares dan un aspecto más natural y facilitan la lactancia.

¿Qué cuidados se deben tener tras el implante mamario?

Para garantizar una buena recuperación y un resultado óptimo tras el implante mamario, se deben seguir las siguientes recomendaciones:

  • Tomar los medicamentos prescritos por el cirujano para aliviar el dolor, prevenir la infección y evitar la inflamación.
  • Usar un sujetador especial sin aros ni costuras durante el primer mes para sostener los senos y favorecer la cicatrización.
  • Evitar levantar objetos pesados, hacer esfuerzos o realizar actividades físicas intensas durante las primeras semanas para no dañar los senos o los implantes.
  • Dormir boca arriba o de lado con el tronco elevado para reducir la presión sobre los senos y facilitar el drenaje de los líquidos.
  • Hidratar la piel de los senos con una crema suave y evitar la exposición al sol o al calor para mejorar la elasticidad y prevenir las manchas o las quemaduras.
  • Realizar un masaje diario de los senos siguiendo las indicaciones del cirujano para evitar la contractura capsular y mejorar la adaptación de los implantes.
  • Acudir a las revisiones periódicas con el cirujano para comprobar el estado de los senos y los implantes y detectar posibles complicaciones a tiempo.
  • Realizar pruebas de imagen como ecografías o resonancias magnéticas cada dos o tres años para verificar la integridad de los implantes y descartar anomalías.

El implante mamario es una cirugía estética segura y eficaz que permite mejorar el aspecto y el volumen de los senos. Sin embargo, requiere una buena elección del tipo, tamaño y forma del implante, así como unos cuidados adecuados tras la operación. En Aruxa Beauty Center somos expertos en dermatología y cirugía estética y te ofrecemos los mejores implantes mamarios del mercado, con la garantía de calidad y seguridad que necesitas. Si quieres saber más sobre el implante mamario o solicitar una cita, no dudes en contactarnos. Estaremos encantados de atenderte y asesorarte.

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