Las manchas corporales son pequeños cambios en el color de la piel que pueden aparecer debido a múltiples causas, como la exposición al sol, el embarazo o tomar anticonceptivos, entre otros.
¿Qué tipo de manchas faciales y corporales hay?
Dependerá del origen que provoca la mancha. En ocasiones, puede quedar un pequeño resto pigmentario tras hematomas o zonas de éxtasis vascular; como por ejemplo, en las piernas con problemas venosos o en las ojeras y, entre otros componentes, suelen darse por acumulo de hemosiderina. Más habituales son las que aparecen debido a la exposición al sol y a la sobreproducción de melanina.
Dependiendo del componente pigmentario, la profundidad de la mancha y el condicionante que lo provoca, el tratamiento adecuado puede ser distinto (peeling, láser, luz pulsada, complementos orales…).
¿En qué zonas del cuerpo es más común que aparezcan manchas?
La mayor incidencia se da en las zonas más expuestas al sol: cara, escote y manos. No existe la protección total tópica y aunque existan cosméticos de muy alta protección, nunca será una protección total. Hay que entender que la radiación solar es acumulativa y que, aun empecemos a cuidarnos, van a seguir saliendo manchas debido a las horas de sol tomadas con anterioridad. Pero si no nos cuidamos, saldrán aún más.
El tabaco es otro factor condicionante de la aparición de manchas, pero también incide en el color de la piel. Al fumar, la piel se vuelve más cetrina, olivácea y mate debido a la disminución del riego arterial periférico que provoca; ese tono es mucho más difícil de tratar. Lógicamente va directamente relacionado con el número de cigarrillos/día y a la cantidad de años durante los que se ha fumado.
Otro factor a tener en cuenta es la progresiva pérdida de la capacidad de pigmentar uniformemente que ocurre conforme vamos envejeciendo.
¿Qué tratamientos hay disponibles para tratar las manchas faciales y corporales?
La base de los tratamientos de manchas son los peelings químicos; muy adecuados en manchas con influencia hormonal o en pieles grasas. También existe la luz pulsada, que es nuestra preferencia para tratar las discromías, que se asocian al componente pigmentario y vascular, a las poiquilodermias, o simplemente para aquellas personas jóvenes que quieren uniformizar el tono y dar más luminosidad a la piel. Es, sin duda, el tratamiento de elección en el escote y en el que se consigue una mejoría muy llamativa desde la primera sesión. Finalmente, están los láseres ablativos o no ablativos. Son una muy buena opción para los pacientes a los cuales se les asocian varios pigmentos o en las personas de más edad; el único problema está en la recuperación, ya que es más difícil de disimular en los primeros días.
¿Una vez realizado el tratamiento para las manchas es posible que vuelvan a aparecer?
Actualmente, no existe un tratamiento que nos quite las manchas y evite la aparición de otras. Lo que sí podemos eliminar las que haya en ese momento e ir ralentizando la velocidad del deterioro de la piel. A lo largo del tiempo, hay mucha diferencia entre quienes cuidan los factores condicionantes y se hacen algún tratamiento de vez en cuando, y los que no toman ninguna medida preventiva ni paliativa.