Lifting sin cirugía: tratamientos faciales de vanguardia

Cada vez son más las personas que buscan tratamientos faciales menos invasivos pero que proporcionen los resultados deseados. El ideal de la naturalidad se está imponiendo en el sector de la estética, con el objetivo de evitar la sensación de facciones operadas que a la larga ofrecen una imagen muy artificial. Es el caso por ejemplo de tratamientos faciales como el lifting sin cirugía que aporta naturalidad al rostro, dura más tiempo y además previene los signos de la edad.

El lifting sin cirugía es un conjunto de métodos no invasivos que no requieren de anestesia general ni de pasar por el quirófano y que aplicadas de forma equilibrada consiguen una mejora en el rostro más armónica, natural y estable en el tiempo. No existe una única técnica que pueda definir este concepto, ya que cada experto utiliza la que considera más adecuada en cada caso: hilos tensores, láser sin cirugía, radiofrecuencia facial, botox, rellenos de hialurónico, etc.

Y es que aunque dos personas puedan necesitar un lifting, las necesidades pueden ser muy diferentes. Mientras que una persona más joven puede querer resaltar los labios o los pómulos, una más mayor lo que quiere es hacer desaparecer las arrugas. Con lo cual el tratamiento aplicado dependerá de los resultados que quieran conseguirse.

¿Son iguales los resultados de un lifting sin cirugía que los de un lifting con cirugía?

Es evidente que los resultados finales no pueden compararse con los de un lifting con cirugía estética, pero tampoco son iguales en su esencia. Pero lo cierto es que para contrarrestar los signos del envejecimiento  siempre es necesario trabajar en tres planos que configuran la base facial de cada paciente: volumen, elevación y arrugas. Con lo cual, si no se aplican varias técnicas en conjunto, es difícil obtener resultados óptimos.

¿Qué hay que tener en cuenta para elegir a un experto en lifting facial?

Actualmente existen varias especialidades que son pioneras en este tipo de tratamientos: la cirugía plástica, la dermatología y la medicina estética. Por eso, es importante asegurarse de que el médico que te va a tratar tiene alguna de estas especialidades. Además, es fundamental que el diagnóstico inicial y el seguimiento sean realizados por el mismo especialista que va a llevar a cabo el tratamiento.

Infórmate sobre los efectos secundarios o problemas que puede ocasionar el tratamiento en el futuro, ya que aunque no son frecuentes, siempre hay una posibilidad. Investiga también sobre los productos que vana  utilizarse, ya que siempre hay un amplio abanico  de marcas, precios y calidades distintas.

Fuente: todoestetica.com

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