
Las varices son venas dilatadas y retorcidas que aparecen en las piernas debido a una alteración del sistema circulatorio. Las varices no solo afectan la estética de las piernas, sino que también pueden causar síntomas como dolor, pesadez, hinchazón o calambres. Además, las varices pueden complicarse con trombosis, úlceras o sangrados.
¿Por qué se producen las varices?
Las varices se producen cuando las válvulas que hay en el interior de las venas se debilitan o se dañan y no pueden impedir que la sangre se acumule en las venas. Esto hace que las venas se ensanchen y se deformen. Algunos factores que favorecen la aparición de varices son:
- La herencia genética: si hay antecedentes familiares de varices, se tiene más riesgo de padecerlas.
- El sexo: las mujeres tienen más tendencia a desarrollar varices que los hombres, debido a los cambios hormonales que sufren a lo largo de la vida, como el embarazo, la menopausia o el uso de anticonceptivos orales.
- La edad: con el paso de los años, las venas pierden elasticidad y se vuelven más frágiles.
- El sobrepeso: el exceso de peso ejerce una mayor presión sobre las venas y dificulta el retorno venoso.
- El sedentarismo: la falta de actividad física reduce el tono muscular y la capacidad de bombeo de la sangre hacia el corazón.
- El calor: las altas temperaturas dilatan las venas y dificultan la circulación sanguínea.
- El estreñimiento: el esfuerzo al defecar aumenta la presión abdominal y perjudica el flujo venoso.
- El tabaco: el hábito de fumar daña las paredes de las venas y favorece la formación de coágulos.
¿Cómo prevenir y tratar las varices?
Para prevenir la aparición o el empeoramiento de las varices, se recomienda seguir una serie de medidas higiénico-dietéticas, como:
- Evitar estar mucho tiempo de pie o sentado sin moverse. Es conveniente cambiar de postura cada cierto tiempo y elevar las piernas cuando sea posible.
- Practicar ejercicio físico moderado y regular, como caminar, nadar o andar en bicicleta. Estas actividades favorecen la circulación sanguínea y el tono muscular.
- Mantener un peso adecuado. Se debe seguir una dieta equilibrada y rica en fibra, para evitar el sobrepeso y el estreñimiento.
- Usar ropa cómoda y holgada. Se debe evitar la ropa ajustada o los zapatos con tacón alto que dificulten el retorno venoso.
- Aplicar agua fría sobre las piernas. El contraste térmico ayuda a tonificar las venas y a aliviar los síntomas.
- Usar medias de compresión. Estas medias ejercen una presión graduada sobre las piernas y facilitan el flujo sanguíneo hacia el corazón.
En algunos casos, estas medidas no son suficientes para controlar las varices y se requiere un tratamiento médico específico. Existen diferentes opciones terapéuticas para eliminar o reducir las varices, como:
- Escleroterapia: consiste en inyectar una sustancia esclerosante dentro de la vena afectada, que provoca su cierre y su reabsorción por el organismo.
- Láser: consiste en aplicar un haz de luz sobre la vena varicosa, que genera calor y provoca su coagulación y su desaparición.
- Radiofrecuencia: consiste en introducir un catéter con una punta que emite ondas de radiofrecuencia dentro de la vena enferma, que produce calor y provoca su colapso y su sellado.
- Cirugía: consiste en extirpar quirúrgicamente las venas varicosas mediante diferentes técnicas, como la fleboextracción o el stripping.
El tipo de tratamiento más adecuado para cada caso dependerá del tamaño, la localización y la gravedad de las varices, así como de las condiciones generales del paciente. En Aruxa Dermatología somos expertos en el diagnóstico y tratamiento de las varices. Contamos con un equipo médico especializado y con la tecnología más avanzada para ofrecer los mejores resultados. Si quieres saber más sobre nuestras opciones terapéuticas para eliminar tus varices, no dudes en contactarnos. Estaremos encantados de atenderte y resolver todas tus dudas.